Tras el desplazamiento de Cacetta, el Gobierno removerá a más funcionarios del INCAA. El ministro de Cultura Pablo Avelluto dijo que los cambios se deben a “irregularidades administrativas” detectadas en la gestión y no por un “achicamiento” del organismo.
El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) atraviesa una crisis directiva. En medio del escándalo que rige en torno al cine nacional, renunció ayer lunes el rector de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), Pablo Rovito.
Su renuncia es en el cargo que había sido nombrado por concurso, y en su carta de despedida criticó la operación del programa de "Animales Sueltos" por el informe “plagado de falsedades e inexactitudes” que inició el escándalo en torno al cine nacional.
también apuntó contra Haiek por “callar” ante las acusaciones de supuestos desmanejos presupuestarios, y le preguntó: "¿Qué debería pensar cuando veo que usted calla y otorga validez a estas acusaciones a sabiendas de la inconsistencia y falsedad de las mismas?”.
Avelluto, titular de Cultura reiteró ayer que la designación de las nuevas autoridades viene de la mano de "irregularidades administrativas", que van desde la "compra de mobiliario por sumas fuera de cualquier lógica de precios de mercado a gastos desorbitantes en viajes al exterior". Y negó que, con los cambios, su ministerio busque "en absoluto reducir o achicar el apoyo del Estado argentino y de los argentinos a la industria cinematográfica nacional".
el ministro de Cultura negó poner en duda la integridad moral del ex presidente del INCAA, luego del repudio que generó su desplazamiento en referentes del cine, pero planteó que en la función pública "no alcanza con ser un hombre honesto".
"Uno tiene que ser consciente de que se va a encontrar en el camino con personas que no van a estar interesadas en que se hagan reformas y frente a eso uno tiene que tener la voluntad política de enfrentarlas. En el caso de Alejandro, él no tuvo esa voluntad", remarcó.
Las consecuencias de la intervención al INCAA y ENERC
Cientos de trabajadores de la industria cinematográfica nacional expresaron en una gran asamblea frente a la sede central del Instituto de Cine, su preocupación por la intervención al INCAA y ENERC.
Frente al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) expresaron el rechazo a las medidas del Gobierno en materia cultural: "Esto es gravísimo y puede barrer con el cine argentino de un plumazo. Todos los que hacemos cine estamos unidos en esta pelea para explicarle a la gente. Acá no es solamente la renuncia de Alejandro Cacetta sino que el Gobierno Nacional, empujándolo en nombre de Avelluto: van detrás de los fondos del cine", alertó antes de la concentración, la directora de cine Lucía Puenzo.
El Instituto del Cine es autárquico, se autosustenta.“El dinero no sale de los impuestos de la gente, sino de inversiones privadas y de impuestos a multinacionales del sector audiovisual (cines y cadenas de cine, televisión, radios, cableoperadores, etcétera). A estas empresas audiovisuales se les cobra un impuesto mínimo como derecho a operar y hacer negocios en el país. Ese impuesto va al cine, o sea que sale del cine y vuelve al cine, pero al nacional”, explicaron desde la Asamblea en Lima 319.
“Van detrás de no solo ese 10% que se le quita a la entrada del cine y que hace que el cine pueda auto financiarse, sino también del canon que empresas de televisión abierta, de cable y de radiodifusión pagan. Eso se transforma en el 60% del fondo de fomento cinematográfico", advirtió Puenzo.
Patricio Contreras, Cristina Banegas, Luisa Kuliok, Pino Solanas, María Fiorentino, Alejandra Darín, Fernán Mirás, Rafael Spregelburd, Juan Palomino y Lucrecia Martel eran apenas algunos de los actores y directores que participaron de la asamblea abierta.
El conflicto comenzó el pasado martes 11 con el informe que hizo Eduardo Feinmann en el programa Animales Sueltos sobre la “corrupción en el INCAA”. El periodista dijo tener documentación que comprometía a Cacetta y al rector de la ENERC, Pablo Rovito. pero jamás la exhibió.
La Asamblea Abierta de la Comunidad Audiovisual tuvo varios oradores, todos reconocidas figuras de la producción cinematográfica nacional, quienes se manifestaron en repudio a las declaraciones y acciones del ministro de Cultura, Pablo Avelluto.