Como ocurrió la semana anterior cuando el xeneize se deshizo de San Lorenzo, y el domingo visitará a River en el Monumental de Nuñez. Y ya hacen cálculos, aferrándose a un dicho popular. No hay dos sin tres, en clara referencia al tercero de los clásicos consecutivos que le deparó el fixture.
El clásico se hizo intenso, bien jugado, y en el que el ganador estableció una superioridad muy clara, aunque se vio complicado por algunas defecciones de orden individual.
Emanuel Insúa en contra puso en ventaja a Boca, aumentó Walter Bou en dos oportunidades, dos tantos de Lisandro López establecieron un 3-2 inesperado y Carlos Tevez cerró el marcador.
Pero antes, los xeneizes se comieron las uñas. Fue cuando Tevez no pudo definir con el arco desguarnecido, después de desparramar a su ex compañero Agustín Orión.
Sucedió cuando la Academia ya había descontado por intermedio de “Licha” López.
Enseguida, “Licha” volvió a marcar y acercar a su equipo al empate. Entonces, se encendieron todas las alarmas. Pero la visita no tenía la pimienta necesaria para ir en busca de la hazaña.
Hasta que volvió a aparecer el “Apache”. Y esta vez no falló. Liquidó el pleito con una remate cruzado, tras desparramar a Nico Sánchez.
Ahora, ante el rival de siempre, irá por la victoria que le permita, quizás, treparse a la punta de las posiciones. ¿Podrá?
FUTBOL DE PRIMERA
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05 dic 2016