En el Brasil-Costa Rica (2-0) la 'canarinha' rondó la tragedia pero una vez más el jugador del “Barça” Philippe Coutinho de-satascó el duelo y ante Serbia, el 27 de junio, jugará con cierta tranquilidad.
Costa Rica se jugaba el ser o no ser en el Mundial, asegurarse el pase a la final. Así, con unas alineaciones con retoques mínimos ambos combinados arrancaron el partido con la calculadora en la mano, con una primera media hora de un fútbol lento.
Brasil llevó la iniciativa, pero a medio gas. Costa Rica estaba agazapada, a la caza de un contragolpe definitivo, y Brasil no quería sorpresas. De hecho, una llegada de Gamboa hasta la línea de fondo por el carril del interior zurdo acabó en un pase de la muerte que Celso Borges remató demasiado cruzado.
El partido se moria, y en el primer minuto adicional Coutinho superó al enorma Keylor Navas. Después aumentó Neymar y llegó toda la tranquilidad.
Suiza lo dio vuelta con un excelente juego
Remontada de Suiza que, a falta de la última jornada, ya toca los octavos de final del Mundial de Rusia. En una segunda parte donde el equipo suizo fue muy superior a Serbia, los goles de Xhaka, en un espectacular zurdazo desde fuera del área, y un contragolpe en el minuto 90 que finalizó Shaqiri acabaron con las esperanzas de los serbios, que se habían adelantado en el marcador en el minuto 5 por mediación de Mitrovic. Serbia, está ahora obligada a vencer a Brasil en la última jornada para no hacer ya las maletas.
Los ecos de la guerra que se colaron en Suiza-Serbia
Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri, ambos de origen “albano-kosovar” y nacionalizados suizos fueron los autores de los goles que dieron vuelta el partido ante Serbia. Y sus festejos excedieron la propia alegría por el logro deportivo para convertirse en una reivindicación político-histórica.
Tanto Xhaka como Shaqiri celebraron sus goles haciendo el símbolo del águila de dos cabezas de la bandera albanesa. El padre de Xhaka, por caso, fue uno de los tantos presos políticos durante la ex Yugoeslavia dominada por los serbios. Tras recuperar la ibertad se exilió con su familia en Suiza donde nació Xhaka en 1992.