Djokovic, segundo cabeza de serie y gran dominador de este torneo en esta década, sucumbió ante Istomin por 7-6 (10), 5-7, 2-6, 7-6 (5) y 6-4, en cuatro horas y 48 minutos.
Y la derrota del N°2 del mundo contra el N° 117, en la segunda rueda del Abierto de Australia fue una gran sorpresa. No sólo por la diferencia en el ranking, sino también porque no se trató de un joven tenista que empieza a sorprender el circuito. El uzbeko tiene 30 años, una larga trayectoria y ya había jugado varias veces contra el serbio: cinco, para ser más exactos, y apenas le había ganado un set.
¿Cómo se puede explicar? "La clave estuvo en el comienzo del cuarto set. Ahí tenía que haber empujado, pero no fui capaz. Denis no estuvo nervioso. No ha jugado tantos grandes partidos en su carrera, pero hoy era su día", justificó Djokovic.