Fue la ministra de Deportes, Laura Flessel, la encargada de recibirlos a la puerta del avión, donde el capitán, Hugo Lloris, fue el primero en descender, con el trofeo en la mano, rodeado del seleccionador, Didier Deschamps, y del presidente de la Federación, Noel Le Graet.
Posteriormente, los jugadores fueron desfilando por la escalerilla para llegar a una alfombra roja que los condujo a un pequeño podio donde hicieron la primera foto en suelo francés con el trofeo conquistado.
Visiblemente marcados por la fatiga tras una noche de festejo en Istra, el cuartel general francés a las puertas de Moscú, los ‘bleus’ respondieron a los cánticos de victoria del personal del aeropuerto agrupado junto al avión.
Los jugadores se dirigieron después al interior del recinto donde, en autobús, fueron trasladados hacia París escoltados por las fuerzas del orden.
El plantel recorrió en un autobús descapotable la avenida de los Campos Elíseos, donde habían cientos de miles de personas.
Dos muertos y saqueos
Las celebraciones en Francia terminaron en tragedia. Según medios de comunicación de aquel país, dos personas murieron mientras que tres menores están graves tras haber sido atropellados.
Uno de los fallecidos se registró en Annecy (sureste). El hombre de 50 años perdió la vida tras saltar a un canal, informó. El otro, falleció en un accidente de tráfico.
Además, en el nordeste del país, un niño de 3 años y dos niñas de 6 resultaron heridos de gravedad cuando una moto los arrolló.