El goleador de Central Norte, Fabricio Reyes admitió que salieron a jugar la final con un exceso de confianza por el 2-2 traído de Mendoza. “No sirvió de nada hacer tantos goles porque me tocó errar el penal”, lamentó la Perla de Burela.
“Nos faltó tranquilidad y concentración. Otra vez volvimos a entrar dormidos y pagamos caro. Entramos muy confiados y sabíamos que no podíamos hacerlo, pensabámos que ascendíamos y por cosas de fútbol volvimos a perder por penales”, manifestó Reyes.
Sobre su ejecución muy anunciada, dijo que “estaba decidido a patear a un palo y cambié a último momento”, lamentó el atacante que hace unos meses había declarado que más allá que se logre o no el ascenso, se quedaba en el Cuervo.
Extrañó al Boby
Central Norte no tuvo un referente dentro del campo de juego. Alguien que ordene la defensa y aliente a sus compañeros para revertir la serie. Se notó la ausencia de Tomás Armella, quien se perdió la final por una suspensión.
Algo contagió Miguel Puntano con su ingreso sobre el final del primer tiempo. A Willy, autor del 2-2, se lo observó arengando al resto a dar pelea hasta el final. Después decidió no ejecutar uno de los penales. Prefirió que otro jugador con más convicción que la suya, pateara en la definición que terminó perdiendo el Cuervo.