Nadal, que empezó el torneo como número 4 mundial y hoy pasará al 2º lugar del ránking ATP, cerró con una nueva exhibición un torneo en el que fue arrollando a sus rivales.
Los números del registro de Nadal impresionan: suma 15 títulos del Grand Slam, en su 22ª final en uno de los cuatro grandes, y conquistó su torneo número 73 en el circuito individual. Amplía además su récord de títulos en Roland Garros.
No ganaba un título del Grand Slam desde que conquistara hace tres años su novena corona en París, siendo entonces el número 1 del mundo. Ahí empezó un declive, marcado por distintos problemas físicos.
Tras ser subcampeón en el Abierto de Australia, la temporada sobre tierra batida ha sido la de la resurrección definitiva del mejor Nadal, que sólo perdió un partido este año sobre en esta superficie (cuartos de final de Roma ante Dominic Thiem) y que ganó los titulos en Montecarlo, Barcelona y Madrid.
Con el triunfo de ayer, Nadal se vengó además de Wawrinka, que le había derrotado en la única final del Grand Slam que habían disputado anteriormente, la de Australia en 2014.