Real Madrid se metió media Supercopa de España en el propio dominio del Barcelona.
Le ganó 3 a 1, con goles de Piqué, en contra, Ronaldo y Vazquez. Lionel Messi, de penal, descontó para el local.
El partido se hizo interesante con la apertura del marcador. Antes, todo había transcurrido con una apatía por ambos lados.
También tuvo polémicas arbitrales como la expulsión de Cristiano Ronaldo, y el penal cobrado en contra del Real Madrid, que Messi convirtió en el transitorio empate. En el caso de la expulsión, CR7 dio un empujón al árbitro.
Barcelona ni siquiera supo aprovechar los diez últimos minutos , en los que jugó con uno más por dos ridículas tarjetas a Cristiano: una por quitarse la camiseta tras marcar un golazo y otra por tirarse ante Umtiti buscando el penal.
Así fue, el Barca no tuvo chispa y pocos recursos.Así, todo resulta más triste. Su gente loo reprovochó.
Busquets pidió que “hay que fichar sí o sí”
En caliente se dice las cosas. Sergio Busquets, el mediocampista del Barcelona, sin abandonar el campo de juego mandó una claro mensaje a la dirigencia:
”Hay que renovarse, hay que fichar, sí o sí...”.
El efecto de la salida de Neymar, no demoró en llegar. La salida del brasileño se notó con nitidez. Al Barcelona le costó acercarse hasta Keylor Navas y cuando pudo hacerlo, no inquietó demasiado.
El Barca ha perdido la lujuria de otras temporadas y ha dejado a Messi, demasiado solo, sin muna compañia adecuada para pelear los primeros luigares.
Asensio, la diferencia
Asensio representa a la perfección la diferencia que existe hoy en día entre el Real Madrid y el Barcelona. Uno gana títulos, el otro los pierde. Uno ficha jugadores jóvenes y con todo el talento del mundo y el otro pierde al que decían el sucesor de Messi. Uno tiene una plantilla equilibrada y el otro a medio hacer y sin patrón claro de juego. Uno tiene a Asensio por menos de 4 millones de euros y el otro lo despreció por menos de ese dinero. Ni más ni menos.