En una jornada sin sobresaltos y con poca concurrencia legislativa, se desplegaron las primeras 18 argumentaciones de más de 60 que se tienen previstas. El plenario continuará hoy miércoles con la presencia de 24 oradores.
La primera ronda se inició en el plenario de las comisiones de Salud, Justicia y Asuntos Penales, y Asuntos Constitucionales del Senado, sobre la ley de interrupción voluntaria del embarazo, que tiene media sanción y se votará el 8 de agosto.
La apertura estuvo a cargo de la secretaria general del sindicato de Amas de Casa, María Lucila “Pimpi” Colombo, aseguró que las mujeres “no deben ser penalizadas cuando practican un aborto”, aunque remarcó que no cree que el aborto “sea un derecho que tienen las mujeres y menos aún un derecho sobre su cuerpo”.
La ex presidenta del Consejo Nacional de las Mujeres cuestionó igualmente que una mujer sea “maltratada y humillada” cuando recurre a un hospital con un proceso de aborto. Por otra parte, dijo que la media sanción de Diputados tomó “algunas” de sus “inquietudes” pero no “todas”, aunque advirtió que “la negativa no da ninguna respuesta a la realidad que vivimos las mujeres”.
A su turno, el rabino Fernando Szlajen señaló que “la veintena de definiciones de vida humana son siempre en grado y accidente, pero no en naturaleza y sustancia”. Asimismo, recordó que la Biblia, “base de nuestra civilización”, reconoce “la vida humana desde la concepción, hoy respaldado por la actual bibliografía embrionaria, biológica y genética”.
Por su parte, la médica y psicoanalista Martha Rosenberg remarcó a los senadores: “Tienen la posibilidad de transformar el dolor en derechos, de eso se trata ser legislador, y claramente hace tiempo que las mujeres, niñas y adolescentes sufren la negación de derechos”.
Cerró el plenario la abogada constitucionalista María Angélica Gelli, quien aseguró que el título del proyecto aprobado en Diputados “no describe la realidad, porque lo que hay en la ley no es una interrupción del embarazo, sino una supresión del embarazo”.
La especialista sostuvo que “la ley tampoco es una ley de despenalización o descriminalización del aborto, sino que establece un derecho subjetivo de la mujer a abortar hasta las 14 semanas libremente a petición”.