El genocida que casi fue beneficiado con el 2x1 frenado tras una gran movilización en Plaza de Mayo, fue condenado ayer a prisión perpetua por el secuestro y asesinato de Jorge Mario Roitman y Jacobo Chester, cometidos mientras se desempeñaba en el cuerpo de vigilancia del Hospital Posadas durante la última dictadura cívico militar.
El represor, de 63 años, integró el llamado Grupo SWAT, bajo las órdenes del subcomisario retirado de la Policía Federal Ricardo Antonio Nicastro, que utilizó uno de los edificios del propio hospital, “El Chalet”, como centro de torturas y exterminio. Allí estuvieron secuestrados, en noviembre de 1976, Roitman y Jacobo Chester.
El represor Argentino Ríos, un ex portero clave para el trabajo sucio del grupo de tareas porque conocía a todos los trabajadores, llegó al juicio oral con procesamiento firme por secuestros, torturas y asesinatos en el policlínico de Haedo pero murió impune el mes pasado.
“Muiña sonaba como apellido de la impunidad”, recordó el abogado Pablo Llonto, querellante en el proceso, tras el fallo que impulsó el ahora presidente del alto tribunal, Carlos Rosenkrantz. “Este veredicto confirma que no va a ser un icono de la impunidad sino de la justicia”, destacó en diálogo con Radio La Imposible, de H.I.J.O.S. Capital.