Los reclamos fueron variados pero siguen una línea común: posicionar, de una vez por todas, a la mujer en la sociedad. Decir basta a la violencia. La cuestión, ya visibilizada y en agenda, aún no encuentra solución. Todo lo contrario. En Argentina, el año pasado se registraron 290 femicidios. Un asesinato cada 30 horas. 401 hijos e hijas que se quedaron sin madre. Entre ellos, 242 menores de edad.
En el inicio del acto se leyó un documento donde se hizo hincapié en reivindicaciones como el fin de los femicidios, la asistencia y patrocinio gratuito en la Justicia a víctimas de la violencia machista, el fin de la trata de personas y la aprobación de ley de aborto legal y gratuito.
“Hoy somos millones la mujeres movilizadas en todo el mundo y salimos a las calles en defensa de nuestras vidas y nuestros derechos como mujeres y trabajadoras”, destaca el documento consensuado.
Reclamos por la igualdad
El documento afirma que el paro se hizo también contra las políticas de ajuste, que suelen afectar más aún a las mujeres: “Paramos porque hacemos visible el mapa del trabajo en clave feminista. Paramos las ocupadas y desocupadas, las asalariadas y las que cobramos subsidios, las cuentapropistas y las que realizamos tareas domésticas. Paramos contra el ajuste que encara el gobierno de nuestro país. Por el cese de los despidos, la flexibilización laboral y la precarización de los empleos públicos en las provincias”.
En ese sentido, expresó el apoyo de las mujeres “a las diferentes empresas que se encuentran en plan de lucha de sus trabajadores y trabajadoras”. Y tras rechazar “cualquier forma de violencia laboral contra las mujeres”, reclama “igualdad y acceso a las mismas categorías que los varones”.
“Exigimos que el trabajo doméstico sea reconocido en su aporte, como valor económico”, así como licencias más amplias por maternidad y paternidad y una ley de cupo laboral para personas trans, sostiene el documento; que también reclama presupuesto para políticas públicas destinadas a mejorar la situación de las mujeres.
Asímismo, exige “el 82 por ciento móvil para jubiladas y jubilados” y rechazo “al aumento de la edad jubilatoria”.
Después de casi tres horas, la movilización se concentra en Plaza de Mayo. El punto final de la convocatoria. Las consignas políticas -la liberación de Milagro Sala, por caso- se mezclan con los mensajes que claman igualdad de género. La plácida tranquilidad se rompe cuando comienzan los incidentes contra la policía y las corridas.