Con el argumento de “evitar el veto”, el oficialismo firmó el martes pasado un dictamen alternativo en el cual reduce el impuesto a la mitad para usuarios residenciales (10,5%), y en seis puntos para las pymes (21%). Los senadores conducidos por Luis Naidenoff siguieron así el camino marcado por los gobernadores Juan Manuel Urtubey (Salta) y Juan Schiaretti (Córdoba).
De esta forma, la Cámara alta entró en una nueva fase de negociaciones con el peronismo liderado por Miguel Pichetto hasta el próximo miércoles, fecha prevista para la sesión. Es que el interbloque Argentina Federal propulsó en comisiones el proyecto aprobado en Diputados, que retrotrae tarifas a noviembre pasado y pone como techo para las subas el porcentaje de variación salarial.
De acuerdo a cómo avancen las negociaciones, el Senado podría terminar votando un proyecto con cambios, lo que obligaría a un regreso a la Cámara de Diputados. En ese caso habrá dos opciones: ratificar el nuevo texto, o insistir con el original, que iba camino al veto presidencial.
En el interbloque Argentina Federal, que conduce Pablo Kosiner, esperan que se puedan “compatibilizar” ambas versiones. Así lo señaló un diputado de esa bancada, esperanzado en encontrar “un punto de acuerdo” para, al fin y al cabo, evitar que la ley naufrague.
En cambio, en el kirchnerismo hay una posición más dura. “La rebaja del IVA no fue una propuesta nuestra, sino del Frente Renovador y del bloque Justicialista. Nosotros buscaríamos ratificar la media sanción”, dijo el jefe del bloque del Frente para la Victoria-PJ, Agustín Rossi. Y esa línea es la que seguirán los senadores de ese espacio, con la expresidenta Cristina Kirchner a la cabeza.