A la salida de los tribunales, Gustavo Arribas fianlmente enfrentó al prensa e insistió en que sólo reconoce una transferencia de dinero y que presentará los papeles ante la justicia. Cosa que no hizo en el día de hoy.
"Presenté un escrito y me puse a disposición de la justicia. Voy a hacer todo para que se aclare esta situación. La única transferencia que reconozco es la 70.500 dólares. Todo lo que tenga que presentar será en el expediente judicial", afirmó.
Lo que sigue pareciendo extraño es que el jefe de los espías argentinos no haya presentado documentación respaldatoria de sus dichos como por ejemplo el certificado de compraventa de la propiedad en cuestión.
El juez Ariel Lijo subroga durante la feria judicial a su par Rodolfo Canicoba Corral, a cargo de la causa iniciada por una denuncia de la diputada nacional Elisa Carrió, quien pidió se investigue al funcionario por el cobro de una suma de dinero proveniente de una operadora vinculada a la constructora brasileña Odebrecht, investigada en Brasil en el marco de la causa denominada Lava Jato.
"Estoy a total disposición de la Justicia, tal como es mi obligación, donde aportaré las pruebas y los documentos pertinentes", expresó.
Por la mañana estaba previsto que Arribas acompañado por su abogado presentara un escrito de descargo: el jefe de la Agencia Federal de Investigación ingresó y mantuvo un encuentro a puertas cerradas con el juez federal Ariel Lijo en el que le dijo que estaba a disposición, aunque finalmente no hizo descargo alguno.
En medio de un edificio casi vacío por la feria judicial de verano en los tribunales de Comodoro Py, y con el tercer piso donde Lijo tiene su despacho vedado a la prensa, Arribas estuvo poco más de media hora, tras lo cual se retiró.