La intención inicial era realizar esa reunión en mayo pasado en Buenos Aires pero por temas de agenda no se realizó y luego se evaluó armar la reunión en las semanas siguientes en Jujuy, pero en la Casa Rosada advirtieron que eso no era conveniente en medio de las elecciones.
Sucede que en el frente Cambiemos temen que el clima político enrarecido que hay en Jujuy con la detención domiciliaria de Milagro Sala pueda afectar el encuentro de los presidentes.
El gobernador radical de Jujuy Gerardo Morales deslizó que no iba a ser conveniente la reunión de presidentes en medio de la campaña electoral y la Casa Rosada tomó nota de ello.
No obstante, la reunión de Macri y Morales en Jujuy contempla una agenda bilateral centrada esencialmente en uno de los ejes que más preocupan a la Argentina: los reacondicionamientos del contrato de exportación de gas boliviano a nuestro país.
Hasta ahora se sabe que la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB) enviará más gas natural a la Argentina en los próximos meses con lo que podrá cumplir con el contrato vigente desde 2006, tal como lo anunció en La Paz el presidente de la compañía, Guillermo Achá. No obstante, se deben ajustar los parámetros de importación de Argentina para el año que viene.
En los meses de invierno la Argentina suele comprar unos 20,9 millones de metros cúbicos de gas a Bolivia, y eso bajó a 16 millones.
Por otra parte, el encuentro de Macri y su par de Bolivia servirá para cerrar un contrato por la construcción de centros de medicina nuclear y el intercambio comercial de productos agropecuarios.