Licuado el efecto por el "caso Sandra", Jorge Triaca adelantó la temporada de paritarias al 15% y sin cláusula gatillo con dos gremios afines.
Tintoreros y remiseros aceptaron el aumento salarial impuesto por el Gobierno nacional para contener la inflación, cuando aún tienen cuotas por cobrar del acuerdo sellado en 2017.
La Unión Obreros y Empleados Tintoreros, Sombrereros y Lavaderos que lidera Luis Pandolfi renovó con los empresarios del rubro el convenio colectivo 526/08 con un 15% de incremento, que se abonará en dos tramos de 8% y 7% en agosto próximo y febrero de 2019.
Pandolfi aceptó esa oferta aunque faltan cinco meses para terminar de cumplir el pacto vigente a la fecha. El nuevo acuerdo regirá entre agosto de este año y julio de 2019.
En el período 2015-2016 los tintoreros y lavanderos recibieron 33%. Para 2017 acordaron 25% en cuatro cuotas a pagar en junio, septiembre, diciembre y marzo próximo, más una suma no remunerativa de $ 1.200 en cinco pagos entre enero y mayo de 2018. O sea, que los afiliados a UOETSyL todavía les resta cobrar aumentos por la paritaria del año pasado, pero ya firmaron un nuevo convenio hasta 2019.
En tanto el Sindicato Único de Trabajadores de Remises y Autos al Instante (SURyA) del ultramacrista Alejandro Claudio Poli también aceptaron una mejora anual del 15% para el convenio 694/14, que regirá entre abril próximo y marzo de 2019, en dos tramos del 10% y 5% en abril y agosto.
El primero de los acuerdos paritarios de los remiseros se firmó en 2014. En ese primer convenio, se acordó una jornada de trabajo de ocho horas diarias, con un máximo de 48 horas semanales, y un salario básico de $ 4.600. Para 2015-2016 firmaron 20%, pero luego compensaron hasta casi empatar la inflación que midieron los privados, con 41%.
El año pasado también acordaron 20%, pero en cuatro cuotas de 5%, desde abril de 2017 a marzo de 2018, lo que elevó el básico de $ 8.200 a $ 9.900. En el nuevo convenio no figura claúsula gatillo, por si la inflación se escapa.