El juez dispuso un embargo de 250 millones de pesos, para satisfacer las costas del proceso. Por otro lado, la Justicia dictó la falta de mérito en los procesamientos de los ex gobernadores de Chaco, Jorge Capitanich; Santiago del Estero, Gerardo Zamora; Misiones, Maurice Closs; y el actual de Santa Fe, Miguel Lifschitz; los ex ministros de Trabajo, Carlos Tomada y Planificación, De Vido; entre otros.
En el caso de todos ellos, el juez sostuvo que "no existe mérito para ordenar el procesamiento ni tampoco para sobreseerlos", en relación a los financiamientos otorgado en el marco del programa "Misión Sueños Compartidos", que se expandió a varias provincias.
Por el mismo hecho se dispuso también el procesamiento sin prisión preventiva de Bonafini, a quien se consideró "partícipe necesaria" de la maniobra, en tanto se valoró que conocía los desmanejos financieros que realizaban los apoderados de la Fundación que ella misma había instituido, y que, en esa línea, al menos participó de esos quehaceres aprobando los irregulares balances de la institución y autorizando indebidamente la tercerización a la empresa "Meldorek S.A." de los servicios.
Además, el ex apoderado de Madres aseguró que ese dinero desviado era para "pagar el sueldo de los empleados" de la Fundación: explicó que la institución "siempre estaba desfazada financieramente porque Planificación Federal retrasaba los pagos" y que para que no se suspendieran las obras "lo que había que hacer era cambiar en plaza cheques, pagando el costo financiero que eso tenía, para poder seguir adelante y pagarle a la gente".
En la causa en cuestión, se consideró probado en el expediente que los hermanos Schoklender, en su calidad de apoderados de la Fundación, tuvieron una activa participación en la gestión y ejecución de las construcciones que se adjudicaron a esa institución y que, con posterioridad, una vez ingresados los montos correspondientes a esas obras en las arcas de la institución, desviaron más de 206 millones de pesos.