La operación por la que el Gobierno llevó a Cristina Kirchner a juicio, lo había dejado de lado hace dos años y medio debido a la criminalización que se hizo de esta operatividad, pero la corrida imparable lo retomó ayer, cuando el billete había superado los $23.
Cerca del cierre vendió dolar futuro cerca de los $23 y sobre el final de la jornada lo hizo a $22,8 para con fecha de fin de mayo. Esto significa que cuando finalice el mes, si el tipo de cambio se ubica por encima de ese nivel, el Central deberá pagarles a diferencia a los inversores, publicó Infobae.
En medio de la corrida contra el peso y el riesgo argentino, el Banco Central (BCRA) comenzó a ejecutar ayer una estrategia que aspira a devolverle previsibilidad cambiaria a la economía y está en línea con las negociaciones que el Gobierno comenzó con algunos sectores sensibles (como las petroleras), para moderar o evitar un inmediato traslado de la suba del dólar a los precios.
Para ello, la gestión que encabeza Federico Sturzenegger debió remover tal vez la última de las limitaciones que se había autoimpuesto y resignarse a que el BCRA vuelva a operar contratos de futuro del dólar en la plaza local.
Intentaba evitar a toda costa ese instrumento por la causa judicial abierta en torno al uso y posible abuso de esa herramienta al final de la gestión Kirchner y por las limitaciones que este tipo de operaciones le pueden imponer a una política que tiene por aspiración el tipo de cambio libre y flotante.
El intento oficial de surfear la ola devaluatoria surgió en medio de la segunda jornada cambiaria más álgida de los últimos días, muy comparable con la del pasado jueves.