En tanto, la juez Liliana Snopek hizo lugar al pedido de Ferraris de declarar por escrito, aduciendo que posee inmumidades de juez para no concurrir al Juzgado. La desición de la magistadra fue rechazada por la Fiscalía y las defensas de Otero y Liendro, por entender que no le corresponde tal privilegio. Cada uno a su tiempo pidieron resguardo de ir en casación, a lo que se hizo a lugar.
El funcionario invocó el artículo 250 del Código Procesal Penal, señalando que el cargo que ocupa en la Auditoría de la Provincia lo hace equiparable al de un juez provincial, por tanto, y a pesar que la causa se juzga en el Fuero Federal, le alcanzan las generales de la ley y puede declarar por escrito. La jueza Liliana Snopek notificó la recepción de esta petición de Ferraris y la aceptación -ambos trámites- en el mismo acto.
Los fiscales Francisco Snopek y Carlos Amad sostuvieron que no le corresponde a Ferraris el tratamiento especial por su función, entendiendo además que deberían haber sido notificados por la presentación efectuada.
También se ampararon en que se trataba de un testigo (por Ferraris) pedido por la Fiscalía pero aceptado por las defensas como “testigo conjunto”. María Gabriela Martínez, quien defiende al ex jefe de Policía, comisario Hugo Liendro, consideró que la presencia de Ferraris es necesaria en esta instancia, entendiendo que “podría ser cómplice o coautor de los delitos que se están juzgando”.
