Ricardo Rodolfo Giménez y Ariel Adalberto Martínez Chumacero recibieron las penas más duras, a diez años de prisión y multas de $8 mil. Mientras que Elvio Martínez y Claudio Hernán Toro recibieron penas de 9 años de prisión y $7 mil de multa cada uno. Un quinto acusado, Esteban Valentín Roda, fue absuelto “por aplicación del principio de la duda”.
La condena del Tribunal integrado por los jueces Domingo Batule, Abel Fleming y Gabriela Catalano, tuvo la novedad que los fundamentos de la sentencia fueron dados a conocer en el mismo momento, pasadas las 15 de la víspera.
Este proceso se inició el 22 de diciembre de 2014, cuando una patrulla eventual de Gendarmería interceptó a los ocupantes de dos camionetas -una Toyota 4 x 4 y una Ford F100 4x2- que transitaban por un camino vecinal en el paraje Campo Grande o Campo Libre, en la finca Cuchuy (en el departamento San Martín, propiedad de Juan José Karlen), una zona que suele ser utilizada por viajantes que intentan evitar los controles fijos de Gendarmería.
Martínez Chumacero y su hermano Elvio Martínez iban en la Toyota, mientras que en la otra camioneta, de propiedad de Giménez, iban los otros tres acusados. También transportaban una moto propiedad de Roda.
Según el sumario, detalles de la carrocería de la Toyota y de los documentos de Martínez Chumacero impulsaron a los gendarmes a llevarlos hasta el control de Senda Hachada (en el cruce de las rutas nacionales 34 y 81), donde un perro detectó la droga.
Tras desarmar parte de los vehículos, los gendarmes encontraron 103 paquetes en un doble fondo en la caja de la Toyota, con más de 104 kilos de cocaína.
Y en un doble fondo de la caja de la Ford encontraron más de 100 kilos de la misma droga, distribuida en 92 paquetes. Aunque los ocupantes de ambos vehículos afirmaron desconocerse, no les creyeron porque (entre otros detalles) los paquetes que contenían clorhidrato de cocaína y pasta base estaban preparados de manera similar.