Hasta ayer prestaron testimoniales cinco personas que aportaron datos por ser vecinos del matrimonio de Vicenta Sarapura y Juan Romero, asesinados de manera violenta en su domicilio.
El defensor de Romero, José Vargas, señaló “no existen pruebas contundentes en contra de mi cliente, ahora hemos pedido que se realice una pericia al sobre de Juan Romero, donde se asegura existe una huella digital de mi defendido”.
El letrado entiende que se trata de una huella del pulgar de Romero, que no sería suficiente, para él, de allí el pedido de la pericia.
Las testimoniales hasta ahora, muestran que los dos acusados estuvieron bebiendo desde la tarde anterior. Otro testigo sostiene que a las cinco de la mañana vio a los dos acusados junto a otros dos cerca de la casa de las víctimas.
Luego las vecinas Marcela Neomí Ibazeta y Tania Sofía Centeno, hicieron referencia a la mancha de sangre en el ingreso de la casa, donde además la llave de la casa estaba del lado de afuera, con media vuelta de llave. Esto alrededor de las 9 de la mañana.
Por otra parte un vecino de apellido Colque señaló que cuando salió a trabajar la vereda de la casa del matrimonio ya estaba limpia. Marcos Romano, declaró en dos oportunidades que si bien estuvo tomando la tarde anterior al crimen, se fue a dormir entre las 10 y las 11, ya que trabajaba en el taxi de su padre, a quien llevó a su lugar laboral a las 9 de la mañana y luego se dedicó a trabajar toda la mañana. Recién al regresar al mediodía se anotició de lo ocurrido.
“A mi cliente lo detienen seis meses después del crimen, teniendo en cuenta que el 1 de julio fue entrevistado por la policía, es extraño que tanto tiempo después lo detienen”, dijo. El investigador de la división policial Batista, es quien actuó tambien en la caso de las francesas.
