En la jornada de ayer se escucharon testimonios de la familia y de vecinos de la oficina donde trabajaba el cambista.
El fiscal penal 4 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ramiro Ramos Ossorio, representará al Ministerio Público Fiscal hasta el 7 de Agosto, día en el que está prevista la sentencia.
Torres, fue brutalmente asesinado el 5 de enero de 2016 en su oficina de calle España al 600.
Ese día, el Sistema de Emergencias 911 recibió un llamado telefónico que daba aviso del hallazgo de una persona sin vida en el interior de una oficina ubicada en España 618.
La víctima fue identificada como Felipe Torres, quien se dedicaba a la compra- venta de divisas.
Del análisis de las cámaras de seguridad ubicadas en la vía pública y en entidades bancarias de la zona se logró constatar la presencia de Lombardero Salas en el lugar del hecho.
El movil del crímen
El juicio tendrá tribunal colegiado, integrado por las juezas María Gabriela González, Carolina Sanguedolce y Norma Beatriz Vera como interina.
En el requerimiento, Ramos Ossorio expresó que de los elementos probatorios reunidos, queda claro que el móvil del crimen habría sido el de sustraer dinero en efectivo, sorprendiendo a la víctima y provocándole un ataque mortal para posterior a ello, efectuar el robo de sus objetos personales, darse a la fuga y en días posteriores al hecho, disponer de los bienes.
Se destacó la alevosía y el ensañamiento empleados, ya que actuó a traición, sin riesgo y sobre seguro, ejecutando su plan criminal de forma premeditada.
Las declaraciones testimoniales
Tras la lectura del requerimiento a juicio se consultó a los acusados si iban a declarar, respondiendo cada uno a su tiempo que no lo harían en esa primera audiencia, aunque anticiparon que lo harán durante el transcurso del debate.
A continuación, el tribunal comenzó con la recepción de pruebas testimoniales, convocando a los cinco testigos previstos.
Máxima Orfelia Peralt, esposa de la víctima, Félix Daniel Torres su hijo, Romina Cristal Ferreyra y Enrique Vargas, que compartían oficina con el damnificado, y Marcos Aramayo, cliente y conocido de la víctima.
Los videos que comprometen a Lombardero lo mostraban merodeando la zona e ingresando al edificio de Torres. También se lo ve retirarse del lugar, cargando un bolso y con vestimenta distinta a la que llevaba al entrar.
Los informes de Criminalística determinaron además la presencia de ADN de la víctima en el calzado del imputado.
Micaela Andrea Tobío, en tanto, está acusada de haber acompañado a su pareja, Lombardero Salas, a deshacerse de algunas prendas de vestir y de haberlo trasladado desde el lugar del hecho.
La víctima no presentaba signos de defensa y tenía varias lesiones contusas, punzantes y punzo cortantes.
Las heridas de mayor gravedad se encontraban en la arteria carótida y en el tórax y abdomen.
Está previsto que el juicio se extienda hasta el 7 de agosto.