El denunciante es Daniel Rueda, un joven tractorista que fue detenido el miércoles último. Ayer al ser llevado al Juzgado, el joven denunció que los policías que lo detuvieron, a eso de las 14, lo golpearon en la camioneta primero y luego se detuvieron en el bananal de la misma finca Granados, debajo de un árbol de palta, donde lo torturaron aplicándole ocho veces picana eléctrica en la espalda y le pagaron patadas en las rodillas hasta obligarlo a arrodillarse en el barro.
El joven aseguró que mientras lo castigaban los oficiales le preguntaban dónde está el cuchillo usado para dar muerte a Rodríguez. El abogado de Rueda, Hernán Mascietti, precisó a Nuevo Diario que estos hechos se cometieron exactamente en Peña Colorada, al costado de la ruta 50, entre los ríos Pescado y Solazuty; Rueda fue revisado por el médico forense Héctor Guerrero, quien confirmó que presenta “lesiones de 0,3 cm x 0,3 cm en número de ocho semicirculares, puntiformes, superficiales, compatibles con quemadura de tipo ‘A’ en la región dorsal o posterior del cuerpo, con una evolución menor a 24 horas”.
Anteanoche Rueda fue alojado en la Brigada de Investigaciones de Orán, donde, según relató, pudo ver la picana cargando la batería a la vista de todos. Ayer Mascietti solicitó al juez Parisi que el joven fuera trasladado a dependencias del Servicio Penitenciario, pero hasta el cierre de esta edición no había obtenido una respuesta favorable, “a pesar de las denuncias de tortura y su inmediato conocimiento”, señaló el letrado. Cintia Betiana Rodríguez, que estaba casada y tenía una hijita, fue degollada en la finca Granados.
Al parecer, Rueda quedó involucrado porque tenía una mancha de sangre en su camisa. La Policía también detuvo, y ya liberó, a la propia pareja de Rodríguez. El miércoles fueron detenidos Rueda (que fue novio de la víctima) y la que hasta ahora aparece como la principal sospechosa, Analía Gutiérrez, a quien le habrían secuestrado ropa ensangrentada y cuyas huellas fueron encontradas en el lugar del hecho.