En febrero de 2000 había recibido la prisión perpetua por ser coautor responsable de un plan para secuestrar y ejecutar de dos disparos al fotógrafo el 25 de enero de 1997 en Pinamar. Todo bajo las órdenes del empresario Alfredo Yabrán.
Sin embargo, en 2010 comenzaron los beneficios para Prellezo. Consiguió la prisión domiciliaria, gracias a la cual hoy vive en una vivienda de Los Hornos, en La Plata. Luego sumó más permisos especiales, como la autorización para salir a caminar una hora por día por su hernia de disco, ir sin custodia al hospital y cursar en la facultad de derecho de la Universidad Nacional de La Plata.
Además, según indica la revista Noticias, en ese barrio Prellezo es protegido por los vecinos ante las apariciones de periodistas en los alrededores. Inclusive un efectivo que se identificó como "Alejandro, de la comisaría tercera", les "sugirió" a periodistas de ese medio que se retiren del lugar porque "es un lugar inseguro" y "va a venir un pibito y te va a robar la cámara".
Ahora, a casi 20 años del crimen, el juez Fernando Sotelo consideró que "la libertad condicional es un derecho que asiste al condenado cuando se cumplen los requisitos pautados por la ley". En ese sentido, destacó la "superación personal" del asesino de Cabezas.
Los requisitos cumplidos a los que se alude son los de la conducta y el tiempo transcurrido. La resolución argumenta que Prellezo "estudia en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Plata, realiza labores como gestor desde su domicilio, realiza actividades físicas, concurre a la Iglesia Adventista".
Sotelo también contó con el voto de Susana Yaltone para otorgar la libertad condicional. Si cumple una serie de requisitos, en cinco años Prellezo podría quedar en libertad plena.
