Nuevamente parece que los nueve hechos por los que están siendo juzgados el ex juez Federal de Orán Raúl Reynoso, los abogados René Gómez, María Elena Esper, Ramón Valor y Eladio Gaona, los empleados Miguel Saavedra, Julio Aparicio, empleados del juzgado y la hermana de este último Rosalia, se defienden desde la opinión o la imagen que los testigos tengan sobre el propio ex magistrado, y su empleado más cercano, Saavedra.
La co defensa que ejerce el propio Reynoso lo lleva a que a cada uno de los testigos que fueron ofrecidos por él mismo, la pregunta obligada es “usted desde hace cuánto tiempo me conoce” y “qué opinión o qué imagen tiene sobre mí y mi familia”.
Situación que también se repite en la figura del imputado Miguel Saavedra cuyo defensor oficial consulta sobre “qué opinión tiene sobre el desempeño laboral de Saavedra”. Preguntas que nunca recibieron una carga negativa.
En la jornada de ayer se pudo destacar que un empleado del juzgado Pablo Ruiz, desde Orán señaló que había ingresado siendo joven a trabajar en aquel lugar, y recordó ciertos malos tratos a los que fue sometido en algunas oportunidades, recibiendo la conocida frase “como gato revoleado”.
“Yo creo que la decía a veces en broma y otras serio, haciendo referencia que estábamos en ese lugar porque alguien nos había pedido, pero no sé porque no era muy buen humor”, dijo Ruiz.
Luego, el fiscal Carlos Martín Amad dejó planteado un reclamo que el tribunal resolverá el próximo lunes. El reclamo está referido al ofrecimiento que efectuó Reynoso, para entregar a los jueces las fichas médicas de dos testigos que ya estuvieron frente al TOF, y que habían señalado que sufrieron ataques de pánico y depresión, por la situación que vivían en el ámbito laboral del Juzgado de Orán, donde se desempeñaron.
“Aquí no se juzga a los testigos, aquí se juzga las actuaciones de Reynoso frente al juzgado de Orán y en su de-sempeño como magistrado, por tanto me opongo a la entrega de esas fichas, a mí no me interesa la salud de los testigos, pero estamos frente a otra forma más de hostigamiento”, sentenció Amad.
Por otra parte, también estuvo el psicólogo de Reynoso, que señaló que lo trató por “el sentimiento de envidia de la que era sujeto sobre él y su familia”, brindó algunos detalles del perfil psicológico y de cómo lo afectó todo lo que está ocurriendo.
La próxima semana continuará el juicio en la Sala I.