El torso y los miembros inferiores fueron colocados en un cajón donado por la comuna de Orán que lo dispuso en una fosa común.
Ni siquiera se pudo conocer si se trataba de un hombre o una mujer, sólo se advertía que el cuerpo fue incendiado luego de su muerte porque miembros superiores estaban en posición abierta y no en figura fetal, como adoptan quienes mueren al ser prendidos fuego.
La fiscal Claudia Cardozo tiene la investigación a su cargo, en la que hay un detenido, sin que hasta el momento se haya podido confirmar que se trate del responsable de esa muerte, ya que cuando surgió la declaración del secretario de Seguridad, Jorge Ovejero, en relación a que había confesado la autoría. Sin embargo, Cardozo negó ese hecho.
El cuerpo fue encontrado por unos transeúntes en un sector utilizado por bagayeros para la distribución de mercadería. Por el tipo de homicidio, se trataría de un caso por el cobro de alguna “deuda”, en momentos en los que se conocieron datos oficiales según el diario La Nación sobre que Orán se ubica con la mayor tasa de homicidios en una de las zonas más "calientes" del tráfico de cocaína.
Una sucesión de ajustes de cuentas elevaron en esa ciudad salteña la cantidad de crímenes, con 27 casos registrados el año pasado frente a los nueve verificados durante 2016, situación que establece allí una tasa de 17,3 homicidios cada 100.000 habitantes, sólo seguida por Rosario y Santa Fe.