“No tenía umbral del dolor, entonces era un niñito que se lastimaba solo”, dijo. Daza declaró en el juicio que se sigue al padre y la madre sustitutos, Marcelo Víctor Senise y Patricia Sánchez, acusados por homicidio y tentativa de homicidios agravados, este último delito por las múltiples lesiones y la desnutrición que presentaba la hermanita del niño, que entonces tenía 7 años.
También son juzgadas, por incumplimiento de los deberes de funcionario público y falsedad ideológica, las sicólogas Lorena Recchiuto y Jaqueline Rosas y la asistente social Marina Vargas, integrantes del equipo interdisciplinario del Programa Sistemas Alternativos que debían monitorear el trato que recibían los dos niños víctimas y sus dos hermanos mayores, todos entregados por el Estado al cuidado de Senise y Sánchez. Y está acusado el médico Sergio Gonza, por falsedad ideológica.
La afirmación de Daza fue retomada al final de la jornada de ayer por Vargas, quien declaró ratificando su inocencia.
Daza, Vargas y la trabajadora social María Laura Martínez, que en el momento del hecho se desempeñaba en el Centro de Salud N° 56 del barrio Palermo, y que antes había trabajado en la provincia, coincidieron en la falta de recursos humanos y de infraestructura en el área de niñez e infancia.
Carrizo intervino en este caso desde el 31 de enero al 3 de diciembre de 2014, por pedido de Vargas, luego que se recibiera una denuncia anónima sobre supuestos maltratos a los hermanitos. Carrizo dependía del Ministerio de Salud pero colaboró visitando a la familia cuidadora cada jueves, porque la falta de movilidad dificultaba las visitas del equipo de Sistemas Alternativos.
La asistente social dijo que no notó señales de maltrato, y que informó que existía un problema de adaptación a la escuela y de autolesiones del niño, según le reseñó Sánchez. Añadió que esta mujer no quiso que el agente sanitario visitara a la familia y que no iba al Centro de Salud.
Daza y Carrizo tuvieron expresiones contradictorias: la primera insistió en que el equipo interdisciplinario actuó “muy bien” y aseguró que hasta hoy no logra entender “qué ocurrió”; la segunda sostuvo que “nunca se pudo trabajar en conjunto” con el equipo para hacer un seguimiento de los hermanitos con la familia sustituta. Dijo que sólo recibió dos llamadas del equipo. Y que Sánchez al final no quería recibirla y le decía que se sentía sola con los chicos.
