El desenlace fatal ocurrió en una vivienda del barrio Pablo Saravia el 6 de diciembre de 2016. La joven, de 15 años, había sido invitada a almorzar por su novio, con quien mantenía un historial de hechos de violencia de género.
Incluso, de las pesquisas judiciales se verificó que efectivamente se habían dispuesto medidas judiciales de carácter restrictivo en contra de Claudio Victor Segundo, aunque el día del crimen, la menor aceptó ir a la casa de su novio, donde Segundo ultimó a Brisa porque ella le confirmó que lo iba a dejar.
Accionar de la hermana
Ana, la hermanita de 13 años del acusado, se hallaba en una habitación contigua y escuchó los jadeos de Brisa cuando era estrangulada. Incluso se acercó hasta la puerta del cuarto, donde vio a Segundo encima de la menor cuando era ahorcada, utilizando para ello un cinto.
En esos instantes, Ana corrió hasta el vecino de enfrente y le dio aviso de lo que sucedía. “Don Carlos llame al 911 que Claudio la está ahorcando a Brisa”. Luego, la jovencita regresó a fin de verificar si la víctima había sobrevivido.
Ana esperó hasta que su hermano se retiró de la habitación, oportunidad en la que ingresó y encontró a Brisa envuelta en una bolsa de plástico debajo de la cama. Lejos de entrar en shock, Ana, regresó a su cuarto y con su teléfono celular se conectó por la red social Facebook con una amiguita de la misma edad.
Ana le contó lo que había sucedido, incluso que salió y pidió ayuda a gritos a los vecinos, pero cuando llegó un patrullero policial, Segundo la amenazó para que no diga nada, sino iba a hacerle daño a su padre. Para sacarse a la Policía de encima, Segundo le dijo que había discutido y que se había ido al almacén.
Después que el móvil policial se fue, Ana, comenzó a chatear con su amiguita sobre lo sucedido, pidiéndole que alertara a la Policía, ya que tenía miedo por ella, pues su hermano estaba alterado. A los pocos minutos, y tras alertar al 911, la amiguita con su madre se hicieron presente en la casa del asesino.
La madre le informó que las nenas son compañeras y debían realizar una tarea juntas, por lo que la iba a llevar hasta su casa. El asesino dejó ir a su hermana, mientras seguía excavando una fosa para enterrar el cuerpo de su novia.
La madre y las dos menores informaron lo ocurrido. A los pocos minutos, otro patrullero llegó y detuvo a Segundo, quien en su defensa intentó sostener que había matado a Brisa porque ésta se lo pidió. La pena que podría recibir Segundo sería la de prisión perpetua.