La difusión de fotografías que muestran al empresario Marcos Jacobo Levín (convicto por crímenes de lesa humanidad) sentado en un bar, lo que disparó ayer una serie de mensajes de advertencia sobre la posibilidad de que estuviera burlando la sentencia de la Justicia Federal.
La memoria colectiva recuerda que el empresario fue condenado a 12 años de prisión en febrero pasado, en una sentencia dictada por el Tribunal Oral en lo Federal Criminal de Salta, que por mayoría (los votos de los jueces Federico Díaz y Carlos Jiménez Montilla, y la disidencia de Gabriel Casas) lo declaró culpable de los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada e imposición de tormentos agravada, en calidad de partícipe necesario, por la detención y torturas que en enero de 1977 sufriera Víctor Manuel Cobos, quien por entonces era empleado de La Veloz del Norte, empresa que pertenecía a Levín.
Pero Levín nunca fue detenido en relación a esta acusación. Mientras se lo investigó y durante el juicio oral se lo mantuvo en libertad, y en esa condición quedó tras dictarse la sentencia, porque la Cámara Nacional de Casación Penal estableció que las sentencias se cumplen recién cuando quedan firmes, es decir, cuando se termina con todas las posibilidades de recurrir.
Así lo confirmó ayer a Nuevo Diario Cristina Cobos, hermana de Víctor Cobos y una de las testigos en este proceso. Cobos recordó que la sentencia dictada por el TOF Salta el 28 de febrero último, en la que también se condenó a 12 años de prisión a los policías retirados Víctor Hugo Almirón y Víctor Hugo Bocos, y a 8 años al policía retirado Enrique Cardozo, fue apelada por la defensa de Levín y como todavía Casación no se pronunció, no está firme. Y nadie sabe cuándo se pronunciará el Tribunal de Casación.
Esto ocurre muy habitualmente en las causas por delitos de lesa humanidad, que siguen encontrando escollos en las distintas instancias del Poder Judicial Federal.