Otra vez dos testigos faltaron al llamado judicial por el asesinato de Menena Montilla

El juzgado los viene citando para que declaren en el caso del asesinato de Nicolasa del Valle “Menena” Montilla, cometido el 13 de marzo de 1976 en Tartagal.Por este hecho, que es parte del noveno juicio por delitos de lesa humanidad, está acusado el ex jefe del Regimiento de Infantería de Monte 28 de esa ciudad, Héctor Ríos Ereñú.
Fanny era hermana de Menena, y Jorge, su cuñado. Los dos siguen residiendo en General Mosconi y están enfrentando una dificultad para volver a hablar de aquella noche en que Montilla fue raptada por un grupo de hombres que horas después le disparó 24 tiros y la dejó abandonada en el camino al paraje Balbuena, entre Mosconi y Coronel Cornejo, cerca del lugar donde poco tiempo antes habían dinamitado el cuerpo del médico Pedro Urueña. Ambos eran militantes de la Juventud Peronista.
Las dificultades del matrimonio integrado por Jorge y Fanny fueron expresadas en el debate por primera vez por la abogada Natalia Vaca, del Programa Verdad y Justicia, la primera que los contactó para citarlos a dar su testimonio ante el TOF Salta. 
Vaca informó al Tribunal sobre la conmoción que parecían vivir ambos testigos y recomendó que se diera intervención al Centro de Asistencia a Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos “Dr. Fernando Ulloa”, para que les diera contención.
Posteriormente la sicóloga Natalia Baumann, del Centro Ulloa, viajó a Mosconi y se entrevistó con ambos. Entre otras cuestiones, los testigos plantearon la lejanía del tribunal, por lo que se dispuso tomarles declaración vía videoconferencia desde Tartagal.
Se los convocó nuevamente para el lunes último, pero no se presentaron, por lo que Baumann consideró que debe entrevistarse otra vez y tratar de brindarles asistencia en el momento de testimoniar. Falta todavía reprogramar sus testimonios.
Junto a su hermano, el ex diputado radical Ramón Gerala y el entonces intendente de Mosconi, Carlos Ponce, Jorge encontró el cuerpo de Menena, quien fue arrancada de su casa en la ciudad de Tartagal a las 3 de la madrugada del 13 de marzo de 1976, por un grupo de hombres de caras cubiertas por pasamontañas y que portaban armas largas.
La joven tenía 29 años y tenía dos hijos: un nene de 6 años de edad (que esa noche estaba durmiendo con los abuelos maternos) y una bebita de nueve meses, que quedó al cuidado de una niñera cuando su madre fue secuestrada. Se sabe que fue cargada en un automóvil Torino rojo que se alejó en dirección al sur.
Además de su actuación política y de su rol como encargada de la asistencia social en el norte, Menena ostenta el mérito de ser la primera mujer taxista de Salta, y quizás del norte.