“Nada, hasta el día de hoy no sabemos nada”, sostuvo Esther Luna al ser consultada por Nuevo Diario sobre la búsqueda de su hijo, quien vivía en pareja con Sonia Toledo y tenía dos hijos de diez y seis años y un hijastro de 14 años.
“No tenemos noticias de él”, insistió la madre, quien no cree que su hijo se haya ido por voluntad propia.
Según la denuncia que presentó Toledo, Ruiz salió de su casa a eso de las 10 de la mañana del 25 de mayo, “dirigiéndose aparentemente hacia la finca que queda enfrente del aeroclub para la recolección de maíz”, lo que había acordado el día anterior con su prima.
La mujer afirmó que a las 11.52 mantuvo el último intercambio con su compañero, mediante whatsapp. A las 17 lo llamó y no obtuvo respuesta, por lo que consultó a la madre del joven si había ido a su casa, como le dijo que no, llamó a su suegro, que reside en el campo. También en este caso el resultado fue negativo. Ante este panorama Toledo hizo la denuncia.
Ahí contó que familiares de la madre de Ruiz le dijeron que lo habían visto por la mañana pasando “en cercanías a la finca de Gabriel Piorno”.
Lo destacable es que a las 22.43 el chico de 14 años, hijastro de Ruiz, recibió un mensaje desde el teléfono del hombre desaparecido: “Mi viejo querido, cuidámelos a tus hermanitos. En casa te dejé la moto, es para vos, cuidala sí. Te quiero mucho, sabés”.
La madre de Ruiz no descree de la autenticidad de este mensaje, pero asegura que su hijo no se iría de manera callada, si bien reconoce que era “cerrado, no era de contar las cosas”. Recordó que con ella y sus otros hermanos se llevaba bien, aunque “cuando se juntó con la chica que tenía él se alejó de nosotros porque a ella no le gustaba que él viniera a visitarnos a nosotros”.
En cambio, con Toledo había discusiones recurrentes. “Cada vez que ellos se peleaban, él venía a casa”, contó. “Cuando estaba sin trabajo venía a mi casa, cuando volvía a tener trabajo volvía con ella”.
Luna dijo que por su nuera supo que en estos últimos tiempos “andaban discutiendo porque, según ella, él volvía enojado del trabajo”.
Ruiz trabajaba en construcción, hubo un tiempo en que trabajó en el cuidado de hacienda en el norte provincial pero luego volvió a la albañilería.
“Unas noches antes había estado acá en mi casa, estuvo tomando mate con mi otro hijo y con mi nuera, lo único que me dijo es que estaba hasta la coronilla de deudas. Y al otro día se quería ir al campo, porque mi ex marido trabaja en el campo, me voy a la casa del viejo, me dijo”, contó la mujer.
Luna aseguró que no le conoce enemigos a su hijo, “no era un chico malo, no era un chico que se llevaba mal con nadie, nada”.
Dijo que la Policía tampoco tiene idea de lo que le pudo pasar, y recordó que recibió comentarios de que lo habían visto en El Galpón, pero la Brigada de Investigaciones fue a constatar y verificó que no era cierto.
Luis Ruiz mide 1,75 metros de altura, tiene tez trigueña, cabello claro corto, ojos marrón claro, sin barba ni bigotes; salió con campera marrón, pantalón claro de jean, sombrero negro, botas marrones de caña alta, y con un puñal en la cintura.
Violencia familiar
En mayo se iniciaron 973 nuevas causas por hechos de violencia familiar y de género, que ingresaron a los juzgados específicos, informó el área de prensa del Poder Judicial de Salta.
Se indicó que desde que la ley 7403 visibilizó esta problemática en 2006, las causas ingresadas en el sistema judicial salteño suman 128.626. En mayo del año anterior hubo 806 causas ingresadas.
En abril pasado, de acuerdo al relevamiento estadístico que lleva adelante el Poder Judicial de Salta, las causas ingresadas fueron 884. Estas cifras muestran que la cantidad de denuncias por hechos de violencia familiar o de género van en un sostenido aumento.
El Poder Judicial de Salta tendrá desde este año Oficinas de Violencia Familiar y de Género (OVIFG) en todos los Distritos Judiciales, como consecuencia de la vigencia de la ley 7954 aprobada a partir de una Iniciativa Legislativa remitida por la Corte de Justicia por Acordada 12124.
