En este sentido se advirtió que se trabaja en establecer un protocolo para el uso de botones antipánico en las visitas íntimas a presos con denuncias de violencia de género.
La jueza Zunino sostuvo a Nuevo Diario que se advierte un trabajo que incluye a distintos sectores. “Se nota el trabajo de los gabinetes interdisplinarios, de los psicólogos que evalúan a los detenidos sobre quienes pesan causas por violencia de género y de allí se les entrega a las parejas para las visitas íntimas un botón antipánico, que se acciona y el sonido de alarma alerta a todo el sector”, sostuvo. Para esas situaciones se habilitó un sector en el pabellón J.
La magistrada llegó a la cárcel junto al secretario de Causas Penitenciarias y el abogado Santiago Pedroza quien presentó un habeas corpus a fines de enero.
Zunino también observó que existe un ingreso más ágil los días jueves y domingo, cuando son 1340 personas más o menos que ingresan para visitar a sus familiares detenidos.
“Ahora se ha informatizado el ingreso ya que las visitas cuentan con tarjetas magnéticas, lo que agiliza este hecho, además hay más boxes para la requisa y más personal”.
Todo esto de la mano que se instalaron medias sombra, bancos y sillas para los visitantes, con ingresos especiales para niños, embarazadas, y ancianos.
Después del caso de Chirete Herrera, que mató a su pareja en una visita íntima, y que será juzgado en pocos días se habían suspendido las visitas íntimas a los violentos, ahora se advierte el trabajo de los sicólogos con las víctimas y los reclusos.
Se trabaja en sectores apartados del resto de la cárcel con personas que desean rehabilitarse de adicciones. Hoy son 10 los allí ubicados y cuentan con cuartos, baño y cocina.
Existe un sector nuevo que albergará a unos 80 o 90 internos que tengan entre 18 y 21 años. Pedroza sostuvo también que “me sorprendió para bien el trabajo que se está realizando, si bien el hacinamiento está, se trabaja para mejorar las situación de los internos”.