En sus oraciones durante la "Reina del cielo", título en españolnombre de una de las antífonas marianas y oración cristológica de la Iglesia católica en honor de la Virgen, sostuvo que "por eso estamos llamados a cuidar a los ancianos como un tesoro precioso y con amor, aunque creen problemas económicos o malestar, debemos cuidarlos".
"Por eso a los enfermos, aún en el último estadio, debemos dar toda la asistencia posible. Por eso los niños aún no nacidos son recibidos, porque en definitiva la vida se preserva siempre y se ama desde la concepción hasta su natural ocaso", enfatizó.
"Y esto es amor", agregó. "En este tiempo pascual la Palabra de Dios sigue indicándonos estilos de vida coherente para ser la comunidad de la Resurrección", dijo el Pontífice. "Habitar en la corriente del amor de Dios es la condición para hacer que nuestro amor no pierda en el camino su ardor y su audacia", agregó.
"También nosotros, como Jesús debemos recibir con gratitud el amor que viene del Padre y permanecer en este amor, tratando de no separarse con el egoísmo y con el pecado. Es un programa de compromiso pero no imposible", aseguró Jorge Mario Bergoglio.
Según el Papa, "ante todo es importante tomar conciencia de que el amor de Cristo no es un sentimiento superficial, no es una postura fundamental del corazón, que se manifiesta en el vivir como El vive".
"El amor se realiza en la vida de cada día, en las posiciones, en las acciones; de lo contrario es solo algo ilusorio. Son palabras, palabras, palabras, eso no es amor. El amor es concreto, en cada día.
Jesús nos pide observar sus mandamientos, que se resumen en esto: 'ámense los unos a los otros como yo los he amado'", añadió.
