Los tres magistrados de la octava sala del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región de Porto Alegre (TRF4) desestimaron por unanimidad los recursos presentados por los abogados de Lula y le abrieron así las puertas de la cárcel.
No obstante, Lula no podrá ir preso hasta el próximo 4 de abril, cuando la Corte Suprema tiene previsto analizar un "hábeas corpus" presentado por la defensa y que alega que el encarcelamiento no puede concretarse hasta que se agoten todos los recursos posibles en instancias superiores.
La cámara de apelaciones de Porto Alegre rechazó por unanimidad los recursos llamados Embargos de Declaración presentado por la defensa de Lula por considerar que hubo errores y mentiras en la prueba utilizada para la sentencia que ratificó la del juez Sérgio Moro.
Ahora todo dependerá del Supremo Tribunal Federal, que la semana pasada fijó para el 4 de abril próximo el juzgamiento del “hábeas corpus” presentado por Lula para no ser detenido sin que se cumpla el precepto constitucional de que la sentencia no está firme porque no pasó por todas las instancias.
En caso de que la corte rechace el pedido de Lula, el expresidente deberá ser detenido para cumplir su condena por corrupción y lavado de dinero al ser encontrado receptor oculto de un apartamento en la playa de Guarujá por parte de la empresa OAS, contratada por Petrobras.
Lula sostiene que es un perseguido y que la Operación Lava Jato, con sus fiscales, Moro y tribunal de Porto Alegre, tienen objetivos políticos. Pero el fin de los recursos de segunda instancia también abren la puerta electoral del caso Lula: así, el líder del PT, favorito en las encuestas, quedaría inhabilitado.
El fallo de este lunes fue repudiado por el jefe del bloque de diputados del PT, Paulo Pimenta: "Este tribunal avergüenza al Poder Judicial de Brasil. Esta cámara abdicó de analizar los argumentos de la defensa y cuando los tribunales superiores analicen la prueba enviarán a la basura de la historia este fallo persecutorio contra Lula".
La elección, es algo lejano para Lula y sus asesores: la fecha clave es el 4 de abril, en la próxima reunión de la corte, donde el ex presidente se juega nada menos que evitar la cárcel.
Lula se encontraba ayer en Francisco Beltrao, a 220 kilómetros de Puerto Iguazú, Misiones, como parte de su caravana por el sur del país, que está reflejando parte de la división del país, ya que el convoy que sigue al líder laborista recibió ataques por parte de seguidores que reivindican al juez Moro pero también al candidato ultraderechista Jair Bolsonaro.