Era cuestión de tiempo antes de que sucediera y fue la propia Hillary Clinton la primera en decirlo: la derrota electoral que sufrió la candidata demócrata el pasado 8 de noviembre contra el republicano Donald Trump se debe al menos en parte al FBI.
A 11 días de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el director del FBI, James Comey, envió una carta al Congreso anunciando nuevas pesquisas en la investigación sobre un servidor de correo electrónico que Clinton usó mientras fue secretaria de Estado (2009-2013). Luego, cuando sólo faltaban 48 horas para la jornada electoral, el FBI informó que no halló evidencias de criminalidad en dicho nuevo lote de correos electrónicos analizados. El daño ya estaba hecho.
El FBI investigó en dos oportunidades el uso de un servidor privado por parte de Hillary Clinton y en ambos casos no presentó cargos por considerar que no había cometido ningún crimen.
"Existen muchos motivos por los cuales una elección como esta no resulta exitosa", dijo Clinton ayer sábado durante una conferencia telefónica con los donantes de su campaña según información filtrada a la prensa estadounidense.