El órgano, integrado únicamente por oficialistas alineados con el presidente Nicolás Maduro, decidió por unanimidad atribuirse las competencias para legislar en cuenta del Parlamento.
El conflicto institucional en Venezuela escaló nuevamente ayer con la decisión de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de asumir por decreto tareas de la Asamblea Nacional (AN, Congreso), en manos de la oposición, que de inmediato anunció que resistirá su "disolución" y convocó a una sesión de urgencia que se prevé desarrollar en la fecha.
Desde las filas opositoras se confirmó la decisión de la mayoría de su dirigencia a presentarse en las elecciones regionales de octubre.
La medida se tomó luego de que la directiva del Parlamento venezolano decidiera no acudir en la víspera a la reunión a la que había sido convocada por la ANC, un órgano que los opositores tildan de ilegítimo y ven como un instrumento del gobierno del presidente Nicolás Maduro para consolidar una dictadura.
Mediante decreto, el cuerpo plenipotenciario aprobó "asumir las competencias para legislar sobre las materias dirigidas directamente a garantizar la preservación de la paz, la seguridad, la soberanía, el sistema socioeconómico y financiero, los fines del Estado y la preeminencia de los derechos de los venezolanos", reportaron las agencias DPA y EFE.
Repudio desde Argentina
El interbloque Cambiemos, que responde al presidente Mauricio Macri, expresó su "repudió al régimen de Maduro" por "disolver" el Parlamento venezolano: "Como lo han hecho Argentina y la gran mayoría de los países de la región, consideramos a la Asamblea Nacional Constituyente ilegítima por quebrantar los principios de la Constitución venezolana", indica el comunicado del interbloque de diputados nacionales.