Un mea culpa ha llegado a los círculos más altos de la iglesia católica francesa. Los obispos de Francia organizaron una sesión de oración para pedir perdón por el “silencio culpable” frente a los abusos sexuales contra menores de edad cometidos por sacerdotes.
“No escuchamos lo suficiente a las víctimas. Nos faltó valentía para tomar decisiones”, declaró André Ving-Trois, en una homilía, en la basílica del Rosario de Lourdes, frente a más de cien obispos. Este pronunciamiento fue realizado por un mandato del papa Francisco I para instaurar un periodo de penitencia y reconocimiento de culpa.
La iglesia católica de Francia se ha visto envuelta en varios escándalos por abuso sexual. Según la Agencia France Presse, uno de los más impactantes fue el del cura Bernard Preynat, sospechoso de haber abusado de 70 jóvenes scouts. Otros casos salpicaron a las jurisdicciones eclesiásticas de París, Toulouse y Clermont-Ferrand.