Un energético Piñera, pese a no recibir la votación vaticinada en las encuestas y debiendo resignarse ante el 36,6%, reconoció ayer a la prensa internacional que "prácticamente no dormí" por la serie de entrevistas en un escenario donde no hay minuto que perder.
Firme en no aparecer con algún signo de "decepción" o "cansancio", sonríe en su comando e invierte las preguntas. "Yo siempre pensé y lo dije públicamente que esto no se resolvía en primera vuelta y evitamos actitudes triunfalistas", afirmó de manera de reducir el impacto comunicacional.
En tanto, su rival Guillier que obtuvo el 28,5% de los votos, declaró encontrarse en absoluta tranquilidad. El senador independiente y ex rostro de noticias televisión que deberá conquistar los votos del Frente Amplio, la Democracia Cristiana y el Partido Progresista, aseveró que "no es mi tarea empezar a negociar".
"Mi tarea -puntualizó en una entrevista con un matinal televisivo- es dirigir un mensaje al país. Si ese mensaje le hace sentido a la Democracia Cristiana, al Frente Amplio y a la izquierda, obviamente integrarlos en los términos que ellos quieran", dijo
La aludida Democracia Cristiana decidía ayer en un consejo nacional el eventual apoyo al senador Guillier. La DC obtuvo este domingo su peor resultado histórico en las parlamentarias.