Sin embargo, tanto en Bolivia como en otros países, incluido el norte de Argentina, la hoja de coca tiene usos tradicionales.
La nueva normativa, aprobada hace dos semanas por el Senado, eleva un 83% la superficie destinada al cultivo legal, llevando de 12 mil a 22 mil las hectáreas para su producción.
“La zona productora de La Paz es la tradicional, donde se cultiva antes de la colonia. Pero la del trópico de Cochabamba se empezó a desarrollar en los años ´80 y la ley antidroga nunca la reconoció como legal, lo que sí ocurre ahora”, explicó a la agencia Télam el senador Óscar Miguel Ortiz Antelo, de la bancada opositora Unidad Demócrata.
Para Ortiz Antelo, la producción de Cochabamba terminará como materia prima para la droga: “La hoja que se produce en esa zona no se usa para el consumo, por ser amarga, áspera, gruesa y lastimar la boca”, sostuvo.
Si bien la hoja de coca es el principal ingrediente para elaborar cocaína, los habitantes de la región andina la mascaron o tomaron como té durante siglos por sus propiedades medicinales. De hecho, la planta es considerada sagrada por gran parte de la población indígena.
Al promulgar ayer la ley, Evo Morales destacó que la normativa “garantiza de por vida” la producción de la hoja verde necesaria, según el oficialismo, ante datos del Ministerio de Desarrollo Rural que dan cuenta de un incremento del consumo interno desde 2006.