“En primer lugar, nosotros teníamos conocimiento de esta situación por el propio Lucena y tiene que ver con una denuncia mediática que hizo (el senador nacional Miguel) Pichetto en su momento, en plena época de campaña él denunciaba a los funcionarios de Gobierno”
Esta fue la explicación de Pablo Alavila, ante la consulta de Nuevo Diario sobre la denuncia que en agosto de 2014 realizara Pichetto, por espionaje de parte del Gobierno de Río Negro, hecho en el que involucró a Lucena.
Alavila reconoció que Pichetto hizo la denuncia formal en la Justicia Federal rionegrina, “pero no aportó ninguna prueba importante, ni siquiera aportó ningún testimonio, por lo cual la causa no prosperó en ningún sentido” y “quedó en una denuncia mediática.
Lucena inclusive ni siquiera le contestó en los medios porque no tenía ningún sustento”, añadió. El funcionario también negó que Lucena haya tenido una formación especial en Inteligencia, y dijo que nunca viajó al exterior para capacitarse en tal sentido.
El perfil que quiere el Gobierno
Lucena asumió el jueves 2 de febrero, en el cargo. Es salteño. Trabajó en la Policía de Buenos Aires y luego recaló en el ámbito de Seguridad y Justicia del Gobierno de Río Negro. Es licenciado en seguridad y analista criminal.
Alavila dijo que ese perfil le interesó al Gobierno salteño: “El conocimiento que tiene de sistemas modernos de seguridad”, con la idea de “terminar de implementar el sistema de las tobilleras, no solamente para los privados de libertad, sino también para el tema de los violentos”.
La ministra de Derechos Humanos, Pamela Calletti, dijo que su incorporación persigue “potenciar los cambios” en el ámbito penitenciario y “la incorporación de nuevas tecnologías para supervisión, rastreo de agresores y víctimas para casos de violencia, y monitoreo para privados de libertad próximos a cumplir su pena”.