La militante era Mónica Sánchez. Primero fue increpada con insultos, luego hubo un intenso forcejeo con la Policía. Finalmente fue retirada por personal policial femenino, que se encargó de aclarar que “bajo ningún punto de vista la detendrían, sino que erae apartada para resguardarla de los adeptos del PRO”.
El discurso del presidente Mauricio Macri en la inauguración del Museo Güemes apenas arrancaba, cuando de fondo, sobre calles España y Balcarce se escuchó detrás del segundo vallado la arenga de: “Macri, basura, vos sos la dictadura”, deslizado entre los aplausos y gritos de apoyo de los fervorosos simpatizantes del mandatario, con sus carteles en alto que rezaban “Si se puede”.
A continuación y como un profundo contraste, una mujer desplegó una bandera pidiendo por la libertad de Milagro Sala, e inmediatamente se desataron los altercados, entre los fanáticos del presidente y esa mujer, a quien le lanzaron todo tipo de insultos y empujones, al grito de: “Chorra”, “Zorra”, “Vos sos igual que ellos”. A pesar de esto, no lograban callar a la encendida manifestante, que finalmente logró captar la atención de la prensa allí presente.
La situación alcanzó el punto de tensión máximo, cuando la Policía le arrancó la bandera a Mónica Sánchez, incurriendo en un forcejeo con la mujer, que a los gritos pedía a los medios que “no la dejen sola”, y sostenía el conocimiento de sus derechos a manifestarse libremente en tiempos de democracia.
Finalmente fue arrastrada por personal femenino de la Policía, y llevada a empujones a lo largo de una cuadra, desde España, por Balcarce, hasta el vallado instalado en calle Belgrano, en donde se encontraba instalado otro frente de manifestantes que sostenían pancartas y hasta máscaras, en repudio a la visita del presidente, y que desataron otros gritos y silbidos ante esa escena entre la Policía y la manifestante.
El personal policial dijo sobre los motivos por los cuales la llevaban en forma intempestiva a Mónica Sánchez, manifestaron que bajo ningún punto de vista iba a ser detenida, sino que la separaban del tumulto de los simpatizantes del PRO, para resguardar su integridad física.