Debido a que se trató de un proyecto sobre tablas es que se puso al Senado en comisión y se abordaron dos dictamenes de mayoría y de minoría. En relación al de mayoría expuso la senadora Silvina Abilés (La Caldera-PV) quien manifestó su rechazo, así como ocurrió en la mayoría de la sociedad a un fallo transnochado por el 2x1 para genocidas, cuando Argentina se había convertido en un país modelo en juicios de lesa humanidad. Un fallo que retrotrajo heridas y profundiza viejos odios. Podemos hablar de perdón pero de eso no se ocupa la Justicia, la Justicia condena y deben pagar por lo que hicieron.
En tanto Gabriela Cerrano (Capital-PO) fundamentó su proyecto en minoría al sostener que la gran movilización popular del 10 de mayo plantea que no hay perdón para con los represores. Se trató de una maniobra del Gobierno nacional que conduce Mauricio Macri, autor intelectual de este fallo y al que luego con celeridad -con una proyecto de ley- le pusieron paños fríos mediante el proyecto de ley del senador Federico Pinedo (PRO); así como con voces de funcionarios que remarcaron que se trató de un fallo independiente de la Corte.
Acusó a la Iglesia que 24 horas antes del fallo llamó a la reconcialización entre genocidas y familiares de las víctimas. La legisladora proponía en su dictamen el apoyo al pedido de los diputados nacionales del PO de juicio político y destitución de los jueces que avalaron con su fallo el 2 x 1.