En el marco de la segunda ronda de diálogo sobre políticas de juventudes en la Cámara de Diputados, en donde la Red Salteña de Juventudes convocó a candidatos de las próximas elecciones legislativas para intercambiar opiniones, visiones y propuestas sobre la realidad de los jóvenes en Salta.
En ese contexto Andrés Suriani estuvo presente y en diálogo con Radio Dínamo, realizó declaraciones polémicas que fundamentan su “preocupación por la mejora de la calidad de la educación”, destacando en ese sentido “el pacto social educativo, que tiene que ver con la posibilidad de devolverle a la autoridad escolar el lugar que nunca tendría que haber perdido”, según señaló Suriani, haciendo referencia a su planteo cuya premisa fundamental reside en la defensa de la educación religiosa en las escuelas.
El edil continuó con sus declaraciones y preguntado sobre las manifestaciones de los jóvenes que “una cosa es una sana rebeldía, pero que la misma tiene límites”, haciendo alusión directa a la toma de colegios en la ciudad de Buenos Aires, situación que definió como “vandálica”, argumentando que ello responde a que “durante muchos años se ha desvirtuado lo que son derechos y obligaciones”.
La apuesta se redobló cuando Suriani enfatizó que “para que tengamos una sociedad desarrollada hay inclusive algunos países que sostienen el orden y el progreso: no concibo realmente un país sino tenemos orden, disciplina y mérito, palabras que fueron demonizadas por aquellos que van promoviendo la ideología de género, algo tan nefasto y tan negativo para nuestra comunidad”.
El tenor de las manifestaciones de Suriani no sorprenden, atento que en reiteradas oportunidades se pronunció abiertamente a favor de la dictadura, y hasta profirió agravios a víctimas de femicidios y las militante feministas a las que en alguna oportunidad catalogó de parecerse a la Gestapo, a través de una carta de lectores que emitió en uno de los medios gráficos de mayor tirada local.
Las repetidas declaraciones de Suriani con este tenor, generó el repudio por parte de los organismos de derechos humanos, e inclusive realizaron un pedido de exclusión de la Comisión de Derechos Humanos del Concejo Deliberante, la cual integra de manera casi paradójica.
