En el sur de Bolivia luego de la fuerte sequía que ocurrió en 2016, este año se inició con fuertes lluvias pero una proporción de las aguas fueron absorbidas por las tierras secas y también por la intensidad del calor. De allí que no fue notoria la crecida de los cursos hidrográficos señalados.
No obstante ya se inició el procedimiento para que el impacto de los efectos de El Niño sean atenuados.
En el caso del río Pilcomayo en el verano anterior no hubo desbordes de sus caudales ello atento a que hubo un trabajo conjunto entre los gobiernos de Bolivia, de Salta (Argentina) y de Boquerón (Paraguay).
Tal como sucede en cada período estival se activarán los protocolos de emergencias y funcionarán los Centros de Recursos para la Emergencia (CRPE) y éstos se ubicarán en Tartagal, Misión La Paz, Capital, Rivadavia Banda Sur, Rivadavia Banda Norte, La Unión, San Antonio de los Cobres e Iruya.
Los puentes aéreos o también vuelos sanitarios tendrán por base el aeropuerto de General Mosconi y la pista aérea de Santa Victoria Este, éstos estarán operativos para el caso que se corten los caminos y queden poblaciones aisladas.
Monitoreo permanente
Tanto el río Bermejo como el río Pilcomayo están monitoreados en forma constante, desde sus cuencas altas.
La medición de la altura de los caudales en diferentes sitios ayudan a prevenir las crecientes y poner en alerta a los habitantes que residen en las márgenes.