El acuerdo se arribó en Casa de Gobierno. El ministro de Ambiente y Producción Sustentable, Javier Montero, junto al ministro de Desarrollo Económico y Producción de Jujuy, Juan Carlos Abud Robles, encabezaron el encuentro con los representantes del sector productivo. También participaron el secretario de Asuntos Agrarios de la Provincia, Flavio Aguilera y el secretario de Desarrollo Productivo de Jujuy, Carlos Luque.
El acta acuerdo fue rubricada por el presidente de la Cámara del Tabaco de Salta, Esteban Amat Lacroix, el presidente de la Cámara del Tabaco de Jujuy, Pedro Pascuttini, el presidente de la Cooperativa de Productores Tabacaleros de Salta, Héctor Rupnik, el presidente de la Cooperativa de Tabacaleros de Jujuy, César Bartoletti, en representación de Massalin Particulares, José Luis Cavagna, en representación de Alliance One Tobacco Argentina, Alan James y el presidente de la Cámara Regional de la Producción de Salta y la Asociación de Tabacaleros de Salta, Eduardo Rodríguez.
Respecto del acuerdo alcanzado por el precio, Montero consideró que "es una jornada positiva en la que todos los actores del sector, productores, empresas y el Estado alcanzaron un consenso que necesitaba la producción tabacalera" y manifestó que "ahora hay que seguir trabajando para el desarrollo del sector, que es fundamental para la economía de la provincia".
Por su parte, Abud Robles celebró que se haya llegado a un acuerdo por el precio y abogó por fijar puntos de partida para evaluar la evolución del sector. "Ahora hay una política económica más estable, lo que nos permite pensar la producción a largo plazo y no tanto luchar para subsistir, como venía ocurriendo antes", reflexionó.
El secretario de Asuntos Agrarios de la Provincia, Flavio Aguilera, sostuvo que "si bien el acuerdo de la clase de referencia es del 15%, el precio promedio que el productor termina recibiendo en general supera el 20% gracias a que las cooperativas estuvieron recibiendo el tabaco con mucha fluidez".
Esteban Amat señaló que: "Lo que tenemos que hacer es ser serios desde los dos lados y respetar los volúmenes de producción comprometidos. Si acordamos una determinada cantidad de kilos, las empresas tienen que comprarla y los productores tienen que hacer los kilos asignados.