Afirmaron que les dieron medicamentos vencidos ante la insuficiencia de medicación para quienes tienen la enfermedad, además de carecer de los análisis de sangre y esputo (secreción), a fin de confirmar si algún otro integrante fue o no contagiado.
La gerenta del Hospital de Santa Victoria Este, Marcela Quispe, negó ante Nuevo Diario tener medicación vencida en el Hospital. Reconoció que en la zona de influencia a cargo del Hospital se detectaron hasta ahora unos 43 casos de tuberculosis.
Afirmó que esta cantidad resultó de los trabajos de detección que realiza el Hospital. "Advertí a las autoridades que no se sorprendan si es que empezábamos a encontrar casos de tuberculosis, porque ahora estamos haciendo los trabajos que corresponden", dijo la médica.
Según las denuncias que se dieron a conocer a este medio por parte de quienes conocieron el caso, de los tres chicos menores de edad de una pareja -en la que ella tiene la enfermedad- solo a dos se les dio el tratamiento de profilaxis.
"El más complicado es el bebé", indicaron las fuentes que pidieron resguardar su identidad. Aseguraron que cuando quisieron comprar la medicina para iniciar el tratamiento preventivo, dado que en el Hospital no había, un médico de apellido Camacho les habría negado la receta y les indicó que la medicación sólo llegaba vía Ministerio de Salud.
Sin embargo, ante la desesperación los involucrados averiguaron en las farmacias, y les dijeron que la medicina se vendía en Tartagal.
"Nos atendió con asco cuando fuimos. Y a ella (la paciente con TBC) la tuvieron aislada 24 horas como internada sin darle tratamiento porque decía que ni él ni el equipo de Salud se iba a exponer al contagio", indicaron algunos miembros de la familia muy molestos tras asegurar que habían recibido mucho maltrato en el Hospital.
En cuanto a los análisis de sangre, indicaron que tuvieron que esperar dos semanas para poder acceder todos a esta posibilidad. Recién ayer les dijeron que ahora todos deben hacerse la prueba de esputo para poder determinar si tienen o no la enfermedad.
Mientras, según explicó Quispe, la tuberculosis podría encontrar una oportunidad para expandirse en el departamento. Pues además de la cantidad de personas enfermas, la exposición en la convivencia hacinada permite la proliferación del contagio.
