Consultados sobre los efectos de los desmontes en la desnutrición en comunidades que son netamente cazadoras y recolectoras, Abeleira afirmó que “si hay casos puntuales de desnutrición, pero en la globalidad no hay, cuando se ve la dimensión del chaco salteño no se plantea la situación. Si creo que las comunidades que están cerca de las zonas urbanas están peor de las que están más lejos porque (la más alejadas) tienen la posibilidad de cazar y recolectar”.
Los funcionarios señalaron que los desmontes son causas “globalesl” por la extensión del territorio, que tiene 25 mil kilómetros cuadrados y residen 700 comunidades totalmente dispersos.
Reconocieron que es la zona más pobre de la Argentina con un 11,36% de mortalidad infantil por las condiciones climáticas, deficiencias sanitarias, altos índices de hacinamiento, falta de actividad económica, déficit laboral; aislamiento a causa de la precariedad de los caminos y servicios de comunicación.
Sin embargo detallaron que para hacer frente a esta situación, a partir de enero comenzarán a funcionar 40 Centros de Primera Infancia (CPIs) en los departamentos de Rivadavia, Orán y San Martín que incluirá cerca de 5 mil niños, madres y embarazadas de comunidades aborígenes. Los CIPs funcionarán en escuelas e iglesias de la región que ofrecerán prestaciones alimentarias, de salud, pedagógicas.