La información, dada en primer lugar por el abogado Daniel Segovia, presidente del Consejo Nacional de Políticas Indígenas, fue confirmada a Nuevo Diario por el joven Cristian Casarino, de la agrupación Patria Para Todos, que trabaja socialmente en el territorio indígena.
Segovia habló de 23 niños y niñas de “entre 13 y 15 años” que están en pareja con personas adultas. Pero Casarino dijo que en su caso relevó “unos 19”, y que se trata de niños y niñas de 15 y 16 años.
La existencia de estos niños y, sobre todo, niñas que conviven en relación de pareja y tienen hijos se conoció el martes último por la difusión de la imagen de una nena wichi de 14 años, que está en pareja desde los 11 años de edad y que fue madre de tres niños.
La niña, en pareja con un joven “de 18 o 19 años”, fue detectada por Casarino, cuando llegó al Kilómetro 4 de la ruta nacional 86, cerca de Tartagal, llevando ayuda (ropa y alimentos) para las comunidades asentadas en ese lugar.
Casarino contó que habitualmente con un grupo de jóvenes suelen recorrer las comunidades más humildes tras las lluvias, porque saben que necesitan de ayuda. Y que en esas circunstancias se encontró con la nena, cuya edad fue confirmada por su madre.
El alerta de estos jóvenes disparó la presencia de autoridades municipales y de la provincia, lo que a su vez generó que la pareja abandonara Kilómetro 4 y regresara al Chaco salteño profundo, de donde es oriunda.
Segovia dijo que la principal causa de estas uniones es la pobreza, “el hambre”, dado que las familias indígenas son generalmente numerosas y no cuentan con los recursos para alimentar a todos. “Es una boca menos”, sostuvo.
Añadió que en Embarcación también detectaron niñas y niños de hasta seis años que son prostituidos dado el constante paso de camioneros.
