Los trabajadores llevan 15 días de paro y seis con huelga de hambre en la plaza principal. Piden la renovación de los contratos que fueron dados de baja, y el pago de $1500 adicionales al 6,5% de aumento salarial, acordado en paritarias para el segundo semestre.
Beatriz Liendro, es una de las cesanteadas que trabajó 16 años como contratada en la Municipalidad de Rosario de Lerma, ganando $5 mil de sueldo básico. Es jefa de hogar, ya que está separada hace un tiempo de su pareja, tiene seis hijos de 10, 8, 6, 4, 2 años y bebé de cinco meses. Llegó a la sede de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) para contarle a los salteños a través de los medios de comunicación, su dura situación.
"No tenemos novedades, el intendente (Ignacio Jarsún) no se presenta, no lo vemos en la Municipalidad. Nadie se acerca a dialogar", dijo la mujer. Contó a Nuevo Diario que el 31 de octubre fue notificada por la Municipalidad que su contrato había caducado, pero que desde que ingresó al municipio nunca renovó su contrato debido a que no tenía fecha de vencimiento de finalización.
"Yo creo que me dejaron sin trabajo porque no salí a caminar con la política y no era que no quería, no podía porque tenía a mi hijo en tratamiento médico y no podía dejarlo solo", dijo Beatriz.
Tras ser consultada sobre las versiones oficiales de la Municipalidad que dejan entrever que el ex intendente y senador electo Sergio "Topo" Ramos estaría fogueando la medida adoptaba por los trabajadores, la mujer respondió:
"Él se acercó a hablar con nosotros y nada más al igual que Sarita Jeréz, una concejal electa, que me ayudó con medicamento para mis hijos".