En una carta pública, el obispo atribuyó su renuncia a problemas de salud que debe atender con urgencia, pero en San Ramón de la Nueva Orán se tejen conjeturas, teniendo en cuenta la fuerte presencia pública y política que tuvo en dos temas sindicales en los que el obispo actuó de mediador.
A este panorama se suma el silencio del obispado. Los observadores reseñan que la notificación de la renuncia se dio al regreso de un viaje a Roma, para entrevistarse con el Papa.
El obispo ha sido un personaje central en la mediación en los conflictos entre el Sindicato de Trabajadores del Azúcar y el ingenio El Tabacal y, más recientemente, su presencia pública llegó a encabezar una comitiva que viajó a entrevistarse con autoridades nacionales para tratar de cerrar el conflicto suscitado por la decisión del gobierno de Cambiemos de prohibir el paso de mercaderías que realizan los bagayeros.
En Orán se afirma que el obispo recibía muchas presiones por ambas mediaciones. En el caso de El Tabacal, se indicó que la empresa no sólo no cumplió con los compromisos del convenio firmado en el mismo Obispado, sino que se lanzó en una persecución contra los gremialistas y trabajadores que se niegan a aceptar el cuarto turno.
Otra intervención destacada fue en el conflicto de los bagayeros. Su intermediación probablemente evitó que los trabajadores de frontera fueran reprimidos, pero desde que el secretario nacional de Frontera, Luis Green, el gobernador Juan Manuel Urtubey y los intendentes de Orán, Marcelo Lara Gross, y de Aguas Blancas, Sergio Oliva, se reunieran en el Obispado para poner fin al corte de ruta, sólo se retrotrajo la situación al momento anterior de la decisión de suspender la actividad de los pasadores.
De la creación de fuentes de empleo, de la regularización de la actividad, no se sabe nada todavía. Los efectos de la falta de concreción de los anuncios los recibía directamente el obispo, ubicado en el lugar de los acontecimientos, a diferencia de los funcionarios nacionales y provinciales.
Además, cuando a instancias del obispo se armó una delegación para viajar a la Casa Rosada, los bagayeros criticaron que no se les incluyera en esa delegación, donde se iba a hablar de su futuro.
La cintura política de Zanchetta le posibilitó que el gobierno provincial le financiara la construcción de un seminario en Orán. En esta ciudad también se pone de relieve la aparentemente estrecha vinculación que existía entre el obispo y el intendente oranense, que contó hasta ahora con la mano del sacerdote para afrontar problemáticas de la gestión pública.
En este sentido, se recordó que Zanchetta autorizó la asunción de una religiosa en un cargo municipal y “convocó a través de una carta a su Diócesis para una manifestación de fe y oración contra el mosquito del dengue”.
Medios oranenses señalaron que la partida del obispo fue tan repentina que “ni siquiera se despidió de los sacerdotes de la diócesis ni de los empleados del Obispado”.
