Así lo informó el cacique Modesto Rojas, de la Comunidad wichi Kilómetro 5, cercana a la ciudad de Tartagal.
“Los hermanos de la comunidad del Retiro hace un mes que están haciendo un corte de la ruta 135 por temas de agua y falta de comida. “Ayer solo comían carne hervida”, informó el cacique el pasado 16 de este mes.
El Retiro “está a 90 kilómetros de Tartagal, sin agua y (sus integrantes) presentaron un proyecto para hacer el pozo de agua y una señora terrateniente hizo un documento que no pueden hacer el pozo”, contó Rojas.
El cacique exhibió una carta documento por la que la apoderada de la firma AJL SA, propietaria de la Finca El Retiro, intimó al intendente de General Ballivián, Samuel Córdoba, al “inmediato cese” de tareas de “perforación del pozo de agua, construcción de bases para tanques de depósito de agua y viviendas”.
Según la apoderada, estas obras se estaban haciendo en una fracción de la Finca El Retiro, sin autorización de la firma propietaria.
La firma también intimó al intendente al “retiro de la totalidad de vehículos, maquinarias, herramientas, materiales y todo otro bien que hayan introducido en el inmueble” y al “desmantelamiento de toda construcción cualquiera sea su naturaleza” que se hubieran construido en ese lugar.
Asimismo, requirió la restitución de la fracción “ilegítimamente ocupada, debiendo ser libre de todo ocupante y/o bienes”. Esta misiva, del 30 de abril, que daba un plazo de 2 días para cumplir con la intimación, motivó que el jefe comunal llegara a un acuerdo para interrumpir la obra y retirar toda la maquinaria, lo que Córdoba comunicó por escrito a la apoderada de la finca.
El intendente hizo esto a pesar de que las obras que se estaban construyendo estaban enmarcadas en un convenio entre la municipalidad de General Ballivián y autoridades provinciales, según el propio jefe comunal hizo constar en la carta de respuesta. La obra del pozo de agua era considerada de vital importancia para esta comunidad.
